Después de una sesión...
A veces, después de una sesión, nos podemos sentir un poco decaídos, porque en la consulta hemos tratado temas que nos preocupan, o que nos están causando sufrimiento, y hablar de eso puede generarnos malestar o tristeza, sin embargo, no hay de qué preocuparse, siempre sienta bien desahogarse ante alguien que no nos juzga, que reacciona como necesitamos, y que, además, nos puede aconsejar desde un punto de vista objetivo y limpio.
También puede pasar que después de una sesión nos sintamos pletóricos, ya que por fin alguien nos ha dado la visión que necesitábamos o nos ha hecho esa recomendación que no se nos había ocurrido. Quizá ya tenemos esa explicación que nos ha quitado ese gran peso de encima que cargábamos desde hace tanto, o finalmente ya entendemos lo que nos está pasando o cómo solucionarlo.
Y muchas veces, tras una sesión, nos sentimos motivados, porque empezamos a tener las herramientas que necesitamos para desenvolvernos mejor, para empezar a poner límites, para saber dar esa respuesta que nunca nos sale,... y esa motivación es estupenda para hacer las tareas que se nos han asignado, ya que son imprescindibles para ir integrando la información que estamos recibiendo y para ir asimilando esta nueva manera de hacer las cosas en nuestra vida.
Sea como sea, el hecho de empezar a resolver las situaciones de nuestra vida que nos generan malestar, ya producen un cambio positivo en nosotros, en nuestro día a día y en nuestra actitud, por lo que cada vez nos iremos sintiendo mejor.
Así que te doy la enhorabuena por haber empezado este proceso, porque ya sea a corto o a largo plazo, tu vida va a mejorar.
De todas formas, en caso de sentirte muy mal después de una sesión o de haber algo relacionado con la sesión que te preocupe mucho siempre puedes ponerte en contacto con nosotros y te atenderemos lo antes posible.